Propiedad intelectual: el monopolio legal sobre lo intangible que estructura el valor en la economía actual

En México y el mundo, hablar de propiedad intelectual es hablar de una arquitectura legal, estratégica y creativa que protege activos intangibles, tan valiosos como cualquier terreno, maquinaria o construcción. La marca, la patente, el diseño, el software o la obra literaria no se pueden tocar… pero sí se pueden poseer, transferir, heredar, licenciar y rentar.

Y lo más importante: pueden ser protegidos como un monopolio legal, reconocido desde la Constitución Mexicana y los tratados internacionales.

Lo intangible también es propiedad

En la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el artículo 28 prohíbe los monopolios pero establece una excepción clara y vigente:

“No constituyen monopolios los privilegios que se concedan a los autores y artistas para la producción de sus obras y a los inventores y perfeccionadores de alguna mejora.”

Esta línea reconoce como propiedad exclusiva los derechos de autor y la propiedad industrial, ambos agrupados bajo el concepto de propiedad intelectual. Y aunque no se usa esta última expresión literalmente en el texto constitucional, su espíritu y sus principios ya están ahí.

Así lo ratifica el propio Estado Mexicano al ser parte de tratados como:

  • Convenio de Berna (derechos de autor)

  • Convenio de París y ADPIC-TRIPS (propiedad industrial)

  • TIPAT, T-MEC, y otros

…donde se establece que el reconocimiento de derechos exclusivos sobre lo intangible no solo es válido, sino indispensable para fomentar la innovación, la cultura y la competencia leal.

La propiedad intelectual como arquitectura de lo intangible

Así como existen ingenierías, arquitectura y diseño para proyectar, construir y conservar bienes tangibles, también existen disciplinas y marcos legales para estructurar, proteger y escalar activos intangibles.

Esto incluye:

  • La propiedad industrial, que protege invenciones, marcas, diseños, modelos de utilidad, secretos industriales.

  • El derecho de autor, que tutela obras literarias, artísticas, digitales, musicales, audiovisuales.

  • Y campos como el diseño de servicios, que estudian la experiencia como valor económico, donde lo intangible no solo se vive… se diseña.

La propiedad intelectual no es solo jurídica, es también estratégica. Aporta estructura a lo que parece invisible: reputación, percepción, diferenciación, experiencia, emoción, interacción.

Y es justo allí donde entran disciplinas modernas como el diseño estratégico, el branding, la experiencia de usuario o el diseño de servicios.

Por eso nace bucle® como consultoría boutique para tratar a los negocios desde la propiedad intelectual y el diseño de servicios para darles un servicio estratégico para el crecimiento de sus marcas.

Diseñar experiencias: la nueva frontera de lo intangible

En el siglo XXI, la innovación ya no solo ocurre en productos físicos, sino en experiencias vividas por el cliente. Desde cómo te tratan en una cafetería, hasta cómo navegas una app, el valor se genera por diseño.

Diseñar servicios significa crear interacciones intangibles que tengan sentido, coherencia y conexión con las personas. Esto genera propiedad intelectual en la forma de procesos, métodos, interfaces, marcas, slogans, experiencias… que son diferenciadores competitivos.

Y como tales, pueden y deben ser protegidos.

¿Por qué esto es un monopolio legal?

Porque la marca registrada, la patente otorgada o el software con derechos reservados otorgan exclusividad, es decir, un monopolio controlado, válido y con fundamento legal, otorgado por el Estado para premiar la creatividad y permitir que el conocimiento sea aprovechado de manera justa.

El artículo 15 del Acuerdo sobre los ADPIC (al que México está obligado) lo dice claramente:

“Los titulares de una marca registrada tendrán el derecho exclusivo de impedir que terceros utilicen en el comercio signos idénticos o similares sin su consentimiento.”

Conclusión: proteger lo intangible, estructurar el futuro

El derecho debe evolucionar con la economía. Hoy, lo intangible es el principal generador de valor en muchas industrias: desde startups hasta empresas culturales, tecnológicas o de servicios.

Por eso, la propiedad intelectual es la arquitectura legal de lo intangible. Y así como hay estructuras que sostienen un edificio, también hay derechos que sostienen el valor de una experiencia, un diseño o una innovación.

En bucle®, ayudamos a que las ideas se traduzcan en derechos. Que lo que hoy se imagina, mañana se posea legalmente. Porque el diseño de servicios, el branding, la reputación y la experiencia del cliente también se protegen… cuando sabes cómo hacerlo.

Por Mónica Lisette Rayas Ortiz
Mtra. en Derecho Comercial y de la Empresa
Consultora de Negocios en Bucle®
Especialista con más de 12 años en Propiedad Industrial
Psicoanalista individual y de grupos

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