¿Qué hacer cuando detectas un caso de riesgo en tu equipo?

Por Mónica Lisette Rayas Ortiz
| Mtra. en Derecho Comercial y de la Empresa |
| Consultora de Negocios en Bucle® |
| Especialista en Propiedad Intelectual |
| Psicoanalista individual y de grupos |

Guía práctica para líderes con sensibilidad humana

Hay momentos en los que liderar va más allá de gestionar tareas o cumplir metas.
Hay momentos en los que se hace evidente que una persona del equipo no está bien.
Que algo cambió en su energía, en su participación, en su estado emocional.
Y aunque no lo diga directamente, el cuerpo, el tono, el silencio o la mirada lo dicen todo.

Ahí es donde muchas personas líderes se detienen.
No por falta de interés, sino por no saber cómo acercarse, cómo intervenir o qué hacer sin invadir.

Este artículo es para eso.
Para ofrecerte un marco claro, ético y humano desde el cual actuar con responsabilidad y cuidado.

¿Cómo reconocer una posible situación de riesgo emocional?

Algunas señales que pueden encender la alerta:

  • Cambios abruptos en el estado de ánimo o nivel de energía.

  • Aislamiento o evasión persistente.

  • Irritabilidad desproporcionada.

  • Falta de concentración o errores frecuentes.

  • Quejas físicas constantes sin causa aparente.

  • Expresiones de agotamiento emocional o frases que aluden a “no poder más”.

  • Reacciones emocionales fuera de proporción ante situaciones cotidianas.

Ninguna de estas señales, por sí sola, significa que hay una crisis.
Pero sí indican que es momento de mirar más de cerca y de actuar con intención.

¿Qué hacer como líder en esos casos?

1. No supongas. Observa sin juicio.

Evita interpretar la situación desde tus creencias. Escucha y observa sin asumir ni diagnosticar.

2. Acércate con respeto y claridad.

Una frase como:
“He notado que estás diferente últimamente y me preocupa cómo te estás sintiendo. ¿Hay algo que necesites o quieras compartir?”
puede abrir la puerta sin presionar.

3. No intentes “solucionar”. Acompaña.

No estás para resolver lo emocional, sino para abrir un canal de contención y canalización. Evita minimizar, relativizar o comparar.

4. Activa los recursos disponibles.

Si tu empresa cuenta con PROMENTAL u otro sistema de contención, ofrece esa vía con claridad y confidencialidad. Si no, gestiona el acceso a atención externa con el mismo compromiso que pondrías en una crisis operativa.

5. Sé paciente y constante.

No todas las personas hablan en la primera conversación. Pero saber que su líder notó algo y le dio importancia ya es un primer paso hacia el cuidado.

¿Qué no hacer?

  • No “sacar el tema” solo para cumplir.

  • No comentar la situación con terceros innecesariamente.

  • No usar frases como “tienes que echarle ganas” o “así estamos todos”.

  • No dejar pasar semanas una vez que ya se detectó algo.

  • No derivar sin seguimiento: canalizar también es acompañar.

¿Cómo PROMENTAL puede ayudarte como líder?

Desde bucle, hemos diseñado PROMENTAL como un espacio ético, profesional y estructurado, para que no tengas que cargar con lo que no te corresponde, pero tampoco te paralices.

El programa te permite:

  • Canalizar casos de manera formal y confidencial.

  • Contar con sesiones individuales para las personas que lo necesiten.

  • Recibir orientación personalizada como líder ante situaciones complejas.

  • Crear una cultura en la que pedir ayuda no sea signo de debilidad, sino de conciencia organizacional.

Conclusión: detectar un caso de riesgo no es el fin del liderazgo. Es el inicio de una nueva forma de ejercerlo

Liderar con sensibilidad no es “suavizar” las cosas.
Es mirar de frente lo que muchas veces se ignora.
Y actuar con humanidad, sin perder la claridad.

En bucle, y a través de PROMENTAL, te acompañamos también a ti como líder.
Porque contener, escuchar y actuar desde el cuidado no debería ser una carga…
sino una decisión acompañada.

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