¿Es lo mismo vender un producto que construir una marca?

Por Mónica Lisette Rayas Ortiz
| Mtra. en Derecho Comercial y de la Empresa
| Consultora de Negocios en Bucle® |
| Especialista en Propiedad Intelectual |
| Psicoanalista individual y de grupos.

Introducción

En el día a día de los negocios, muchas personas venden productos. Algunas lo hacen desde su casa, otras tienen un local, otras más han construido una tienda en línea. Pero hay una diferencia importante entre vender algo y construir una marca. Y aunque ambas actividades pueden generar ingresos, solo una de ellas genera un activo con valor a largo plazo.

Vender sin construir: el riesgo de lo inmediato

Cuando una persona vende sin una marca registrada ni una estrategia legal o comercial, está operando sobre una base inestable. Si el producto funciona, crecerá por recomendación o por volumen de ventas. Pero ese crecimiento no tiene cimientos sólidos: cualquier competidor puede copiar su nombre, ofrecer lo mismo, o incluso registrar la marca primero.

Es lo que muchas veces vemos en plataformas como Amazon, MercadoLibre o incluso Instagram: cuentas que venden, pero que no tienen cómo proteger su identidad. Si el nombre es bueno y genera atención, otro lo puede tomar. Si hay un conflicto, difícilmente podrá defenderlo ante la autoridad.

Construir una marca: patrimonio, diferenciación y defensa

Por otro lado, cuando alguien decide registrar su marca y estructurar su modelo de negocio desde la propiedad intelectual, está construyendo algo más que ventas: está generando patrimonio.

De acuerdo con el artículo 113 de la Ley Federal de Protección a la Propiedad Industrial (LFPPI), una marca registrada confiere un derecho exclusivo de uso. Este derecho permite:

  • Diferenciar legalmente productos y servicios en el mercado;

  • Licenciar la marca a terceros;

  • Crear franquicias;

  • Defenderse ante el uso no autorizado por parte de otros;

  • Incluir la marca como activo intangible contable.

Una marca registrada no solo representa tu producto. Representa tu historia, tu reputación, tu visión.

La diferencia está en el modelo de negocio

La verdadera diferencia entre vender un producto y construir una marca está en el modelo de negocio:

  • El que vende sin marca, depende de la venta diaria para sobrevivir.

  • El que construye marca, puede generar ingresos por uso, posicionamiento o alianzas estratégicas.

Esto se traduce en visión de crecimiento. Una marca registrada permite crecer con estructura, ser considerado por inversionistas, escalar con orden, o incluso vender el negocio completo con nombre incluido.

No es solo para grandes empresas

Existe un mito muy común: “eso de registrar la marca es para empresas grandes”. Y no. De hecho, muchas grandes marcas comenzaron como proyectos pequeños, pero tomaron decisiones estratégicas desde el principio.

Hoy, plataformas como Amazon o MercadoLibre dan prioridad y verificación a quienes tienen marcas registradas. Incluso pueden suspender cuentas o productos si se demuestra que hay una infracción de derechos de marca por parte de un tercero.

Así que no se trata de tamaño. Se trata de visión.

¿Estás vendiendo o estás construyendo?

Esta es una pregunta clave para cualquier persona emprendedora o empresaria:

  • ¿Solo estás operando día a día?

  • ¿O estás construyendo algo que pueda crecer contigo, que puedas proteger y que represente tu valor?

En bucle®, ayudamos a que esa transición ocurra con claridad: desde vender, hasta posicionarte. Desde tener un producto, hasta tener un activo con respaldo legal, comercial y emocional.

Conclusión

Vender es necesario. Pero construir una marca es estratégico.

No es lo mismo vender hoy, que tener una marca que te represente mañana. Si quieres dejar de improvisar y empezar a tomar decisiones con visión, da el primer paso: valida tu nombre, protégelo, y empieza a construir desde ahí.

Y recuerda: tu marca no es un adorno. Es un activo.
Y tu negocio merece crecer con estructura, respaldo y futuro.

Anterior
Anterior

El poder de una frase: cómo proteger tu eslogan o aviso comercial

Siguiente
Siguiente

Estrategia de salida y propiedad intelectual: cómo prepararte para vender, franquiciar o licenciar tu negocio