¿Por qué es un error crear el nombre de tu marca sin revisar primero la parte legal?
Los riesgos de no validar jurídicamente el nombre de tu producto o servicio antes de invertir en diseño y branding
Introducción
Nombrar un producto o servicio es uno de los pasos más emocionantes en cualquier proyecto creativo o comercial. Sin embargo, muchas veces se inicia el proceso desde el diseño gráfico, el branding o incluso desde la emoción del momento, sin validar primero si ese nombre tiene viabilidad legal para convertirse en una marca registrada.
La consecuencia más común de ese error: terminar cambiando de nombre después de haber invertido tiempo, dinero y reputación. O peor aún: enfrentar conflictos legales.
¿Por qué ocurre esto? Porque no se respetó el orden correcto. En propiedad intelectual, la forma de evitar estos problemas comienza por una premisa clave: el primer paso es legal, no visual.
¿Qué se entiende por “validar legalmente un nombre”?
Es un proceso especializado que implica revisar si el nombre:
Cumple con los requisitos de la Ley Federal de Protección a la Propiedad Industrial (LFPPI);
No está registrado ni en trámite por un tercero;
Tiene carácter distintivo (no es genérico, descriptivo ni confuso);
Puede protegerse como marca en la clase correcta;
No infringe derechos de terceros ni normas de orden público (art. 12 y 173 LFPPI).
Este análisis lo realiza un especialista en propiedad intelectual. No se trata de una simple búsqueda en Google.
¿Qué pasa si no haces este paso primero? Aquí todos los riesgos
1. Pérdida de inversión creativa
Diseñar logotipo, sitio web, etiquetas, redes, papelería, empaque y branding implica tiempo y dinero. Si el nombre no es registrable, todo ese material queda obsoleto.
2. Riesgo de conflicto legal
El IMPI puede negar el registro si el nombre es igual o similar a otro ya registrado o en trámite (art. 173 LFPPI). Incluso podrías recibir una oposición o demanda por uso indebido.
3. Falta de exclusividad
Sin registro, no hay derechos exclusivos. Eso significa que otros pueden usar el mismo nombre y no tendrás forma de defenderte legalmente.
4. Obstáculos para crecer o franquiciar
Un nombre no registrable bloquea el crecimiento de tu negocio: no se puede licenciar, franquiciar, incluir como activo, ni proteger ante terceros. Es como construir sobre terreno ajeno.
5. Mala imagen ante inversionistas o clientes
Cambiar de nombre a mitad del camino puede generar confusión, desconfianza o percepción de informalidad.
6. Inseguridad jurídica y operativa
Si el nombre no está protegido, cualquier persona puede registrar uno parecido y reclamar que tú lo estás copiando. Aunque no sea cierto, el peso legal estará en su favor si él tiene el registro y tú no.
¿Por qué pasa todo esto?
Porque se asume que crear una marca es solo un tema visual, cuando en realidad es un acto jurídico que genera derechos y obligaciones. Según la LFPPI (art. 113), solo el titular de una marca registrada tiene el derecho exclusivo de uso. Sin ese registro, no existe respaldo legal.
Conclusión
Si no validas legalmente el nombre desde el inicio, todo lo que construyas alrededor está en riesgo.
En Bucle®, ayudamos a emprendedores, empresas y agencias creativas a validar, crear y proteger nombres con visión estratégica, legal y comercial.
Recuerda:
Una marca no es solo un nombre bonito.
Es un activo intangible que debe ser sólido desde el inicio.
Y para eso, el primer paso debe ser legal.
Por Mónica Lisette Rayas Ortiz
Mtra. en Derecho Comercial y de la Empresa
Consultora de Negocios en Bucle®
Especialista en Propiedad Intelectual con más de 12 años de experiencia registrando marcas de Empresarios y Emprendedores