Activos intangibles en la planeación fiscal, financiera y contable
Los activos intangibles como parte del patrimonio empresarial: cómo integrarlos contablemente
Los activos intangibles como las marcas registradas, nombres comerciales, patentes o diseños industriales no solo tienen valor estratégico, sino que representan también una parte importante del patrimonio contable de las empresas.
En México, la Norma de Información Financiera C-8 establece los lineamientos para el reconocimiento y valuación de estos activos. Para ser reconocidos en la contabilidad, los activos intangibles deben cumplir ciertos requisitos: ser identificables, generar beneficios económicos futuros y que su costo pueda ser determinado de manera confiable.
Registrar una marca ante el IMPI, por ejemplo, no solo protege la identidad del negocio, sino que permite incorporarla al balance general como un activo con valor estimable. Esto es clave para empresas que buscan financiamiento, atracción de inversionistas o evaluación de valor en procesos de venta.
Además, tratados internacionales como el Acuerdo ADPIC (Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio, en el marco de la OMC) reconocen que los activos intangibles son parte del capital de una empresa, lo que abre posibilidades de protección global y reconocimiento en operaciones transfronterizas.